La propagación del coronavirus ha traído como consecuencia que muchos procesos se reinventen, ajusten y adapten, pero no debe ser entendido como una disminución en el rigor, calidad y transparencia de las publicaciones.
El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia internacional por el brote del coronavirus (COVID-19). El intercambio de información en busca de una cura hace necesaria la difusión de investigaciones confiables y datos sólidos. Bajo esta premisa, la organización benéfica de investigación Welcome Trust hizo un llamado a los investigadores, revistas y patrocinadores para comprometerlos a publicar todas sus investigaciones relevantes revisadas por pares, en acceso abierto inmediato o disponible gratuitamente durante la duración del brote.
Repositorios temáticos y preprints
En medio de la pandemia, los repositorios temáticos representan una vía de publicación y diseminación inmediata, pero debemos tomar con cuidado esta característica porque no podemos perder la fiabilidad de los preprints a cambio de la inmediatez. Un caso que se convirtió en viral fue la publicación “Uncanny similarity of unique inserts in the 2019- nCoV spike protein to HIV-1 gp120 and Gag” depositada en el repositorio bioRxiv. Sugería la creación del virus como parte de una conspiración y se basaba en las similitudes no fortuitas entre la secuencia genética del SARS-CoV-2 y el VIH-2. La publicación fue retirada setenta y dos horas después debido a la alta cantidad de críticas por parte de la comunidad científica. Una iniciativa para mitigar este tipo de casos es Outbreak Science Rapid PREreview, una plataforma para encontrar, solicitar y revisar preprints relacionados con los brotes del virus. Otros repositorios temáticos importantes son: medRxiv, ChemRxiv, arXiv, SocArXiv y AfricArXiv.
Revistas científicas
Las revistas científicas y su proceso de publicación también han tenido que adaptarse. Los tiempos de respuesta de la etapa de revisión y de edición se han acortado. Un estudio elaborado por Serge Horbach, antes y durante la pandemia, determinó que las revistas médicas acortaron ambas etapas en un 47% (45 días) y un 61% (14 días) respectivamente solo para los artículos relacionados con el COVID-19. Revistas como Nature han publicado los nuevos plazos dentro de su proceso de arbitraje, la revista eLife ha invitado a los investigadores que recién se inician en la carrera investigadora a ser parte del proceso de revisión y la Royal Society Open Science está impulsando la iniciativa Rapid Registered Report que se basa en aplicar la revisión por pares antes de la recopilación de datos para evitar que los investigadores sigan pistas falsas, dando énfasis a los métodos y plan de análisis que se seguirán en el estudio.
Datos abiertos
Los datos abiertos se han convertido en un recurso clave en este contexto, según su tipología contribuye al análisis y desarrollo de diagnósticos específicos, son base para la transparencia de los gobiernos y generan información valiosa para los ciudadanos (mapas con zonas de infección, geolocalización de aglomeraciones, entre otros). En Asia, la Universidad de Fudan de Shangai publicó la primera secuencia del ADN del coronavirus en GenBank, repositorio de datos abiertos. En Europa, la Comisión Europea creó COVID-19 Data Portal para facilitar el intercambio y análisis de datos para acelerar la investigación. En Latinoamérica, los gobiernos de Perú, Brasil, México, Chile y Colombia publicaron sus datasets (conjunto de datos) sobre el virus. Es importante resaltar la contribución del Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins que viene publicando los datasets epidemiológicos a nivel mundial.
La propagación del coronavirus ha traído como consecuencia que muchos procesos se reinventen, ajusten y adapten, pero no debe ser entendido como una disminución en el rigor, calidad y transparencia de las publicaciones. En el caso de los repositorios temáticos los usuarios deben tomar en cuenta que los preprints no son concluyentes y no deben ser publicados en los medios de comunicación como información establecida. Un aspecto positivo es el trabajo en conjunto que vienen realizando revistas, editoriales e instituciones propiciando el intercambiando de información con el fin de hallar una solución mundial. No hay que olvidar que los avances científicos son bienes comunes. Finalmente, recordar que los datos abiertos solo serán de utilidad si responden a una estructura y a un formato adecuado para su reutilización.
Referencias
1. Horbach, S. P. J. M. (2020). Pandemic Publishing: Medical journals drastically speed up their publication process for Covid-19. BioRxiv, 2020.04.18.045963
2. Delgado López-Cózar, E., & Martín Martín, A. (2020). La viralidad de la ciencia defectuosa : el contagioso impacto mediático de un preprint en bioRxiv sobre el coronavirus y sus efectos en la comunicación científica. Research Gate, (March), 1–20.
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Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudiante del Máster en Bibliotecas, Archivos y Continuidad Digital por la Universidad Carlos III de Madrid. Ex-becaria del Programa Iberex de Prácticas Formativas para Profesionales Iberoamericanos en Repositorios Digitales en Bibliotecas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España. Con experiencia profesional en repositorios digitales, metadatos, datos abiertos y digitalización en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Autoridad Nacional del Agua (ANA), Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
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Roxana Cerda-Cosmehttps://www.revistaotlet.com/author/roxana_cerda_cosme/
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