
Ariel Alejandro Rodríguez García (coordinador). Colaboración entre Bibliotecología y
los sectores productivos y económicos, Universidad Nacional Autónoma de México, 2017, 366 págs. ISBN: 978-607-02-9545-4
✎ Lcda. Paoly Gamboa
En una época en la que la información se ha convertido en el activo más valioso, el libro Colaboración entre la bibliotecología y los sectores productivos y económicos de Ariel Rodríguez (disponible en acceso abierto desde el portal Libros UNAM Open Access) emerge como una obra clave para reflexionar sobre el papel de la bibliotecología en las economías contemporáneas. Este texto no solo reafirma la relevancia de los centros documentales en las industrias creativas, sino que también pone sobre la mesa cómo las políticas de acceso a la información pueden transformar las estructuras sociales y económicas de un país. Es un llamado a repensar cómo se gestiona, comparte y utiliza el conocimiento en beneficio de la sociedad.
Uno de los puntos destacados del libro es la exploración del rol de la bibliotecología en la economía. Los bibliotecarios, lejos de ser simples guardianes de libros, se han convertido en facilitadores del conocimiento, clave para la innovación y el crecimiento económico. Las bibliotecas y centros documentales ofrecen un soporte esencial a emprendedores, investigadores y creadores al proporcionar acceso a recursos que de otra manera serían inaccesibles.
En las industrias creativas, los centros documentales actúan como plataformas de inspiración y colaboración. Estos espacios no solo almacenan información, sino que también fomentan la generación de nuevas ideas. La creación de productos culturales y artísticos encuentra en las bibliotecas un apoyo tácito, al ofrecer un entorno donde la creatividad y la información convergen. Este vínculo se vuelve aún más evidente cuando se analiza el impacto económico de las industrias culturales, cuyo crecimiento depende en gran medida de un acceso fluido y eficaz a recursos informativos.
El presente texto también describe la importancia de las políticas de acceso a la información en el desarrollo social y económico de las sociedades. Invita al lector a reflexionar de una pregunta central: ¿cómo pueden las leyes y regulaciones en torno al acceso al conocimiento empoderar a las comunidades más vulnerables? Bajo este contexto, su autor presenta cómo las políticas inclusivas, que eliminan barreras para el acceso, pueden catalizar el progreso de las economías locales y nacionales.
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En síntesis, se muestra a las bibliotecas (y demás centros documentales), como nodos de acceso universal, por ende, juegan un papel crítico en la democratización del conocimiento. Así pues, en los países donde las políticas vigentes promueven la transparencia y el acceso libre, se observa un aumento en la alfabetización informacional y digital, lo que a su vez fortalece la participación ciudadana y la innovación. Por el contrario, las restricciones al acceso perpetúan desigualdades, limitando el desarrollo económico y social de los Estados.
Siguiendo la premisa anterior, Rodriguez comunica el postulado acerca de que la información es vista —actualmente— como el activo más cotizado, superando incluso a los recursos materiales. Este libro explora cómo los centros documentales y las bibliotecas pueden adaptarse a esta nueva realidad. Las tendencias actuales apuntan hacia un uso intensivo de tecnologías como la inteligencia artificial y el big data para gestionar y analizar información. Sin embargo, también se destaca la necesidad de mantener un enfoque humano, que priorice la ética y la inclusión.
El texto invita, una vez más, a reflexionar sobre el futuro de la bibliotecología en un mundo cada vez más digitalizado. Insta a los centros documentales a posicionarse no solo como guardianes de la información, sino como actores clave en su interpretación y aplicación. Esto es especialmente relevante en un contexto donde las brechas digitales aún persisten y donde el acceso desigual a la tecnología puede exacerbar las desigualdades sociales.
En definitiva, Colaboración bibliotecológica y el desarrollo social y económico es una obra que merece ser leída por profesionales de la información, responsables de políticas públicas y cualquier persona interesada en la gestión e impacto del conocimiento en nuestras sociedades. Sus argumentos, respaldados por investigaciones sólidas y casos de estudio, ofrecen una guía valiosa para comprender cómo la información puede ser un motor de cambio.
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Bibliotecóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Estudiante del Máster en Gestión y Políticas Culturales UCV. Posee conocimientos en gestión de colecciones fotográficas, análisis de datos y alfabetización informacional y digital.