
117 bibliotecólogos respondieron las preguntas sobre teletrabajo; 97 declararon que experimentan esta modalidad por primera vez, mientras que el 18,8 % fue afectado con la reducción de su sueldo.
Realizar teletrabajo puede ser un lujo en este contexto donde muchos han perdido sus empleos o para quienes tienen que realizarlo presencialmente, exponiéndose a un contagio mientras caminan por la calle o en el transporte público.
Sin embargo, el teletrabajo -o trabajo a distancia- también contiene una serie de problemas y dificultades que es importante reconocer para que instituciones y autoridades puedan realizar propuestas o demandar soluciones con base en cifras. Por eso, entre el 11 y el 25 de julio de 2020 lanzamos junto al colectivo Infómanos la encuesta COVID-19: Realidad laboral del bibliotecólogo peruano. La revista Otlet se hizo responsable de procesar las respuestas vinculadas al teletrabajo.
Respondieron 117 personas compuestas por 81 mujeres y 36 hombres, en su mayoría, entre 31 y 40 años. Del total, 44 profesionales se desempeñan en una biblioteca universitaria o unidad de investigación, mientras que el resto se distribuye entre bibliotecas escolares, públicas y otros.
La información ha sido procesada en un dashboard dividido en cuatro secciones: datos sociodemográficos; condiciones de trabajo; dispositivos, plataformas y productividad; y dificultades y oportunidades. En cada sección se puede realizar un filtro por sector público o privado.
Lo más resaltante
En la sección sobre condiciones laborales, se observa que 97 bibliotecólogos realizan teletrabajo por primera vez. Destaca también que el 18.8 % fue afectado en la reducción de su sueldo. Asimismo, es posible que los profesionales enfrenten cierta incertidumbre siendo que la modalidad de contratación de la mayoría es un contrato indefinido.
Por otro lado, conocer y usar las plataformas colaborativas, así como realizar reuniones virtuales de trabajo, ya es parte del día a día del profesional; no obstante, solo el 32 % accedió a dispositivos entregados por sus empleadores; quienes no corrieron esa suerte, es decir, el 68 %, en algunos casos tuvieron que verse obligados a comprar o prestarse una computadora o laptop, tal vez porque en ocasiones una sola máquina no basta para todos los miembros de la familia.
En cuanto a las dificultades, se observa que el 92,31 % enfrentó algún tipo de dificultad. De este grupo, el 92,3 % señaló la necesidad de contar con un ambiente adecuado de trabajo al interior de su casa; la otra dificultad más presente es la conectividad deficiente: el 50,4 % indicó tener una mala conexión a internet; otras dificultades presentes fueron problemas técnicos con sus dispositivos, fallos técnicos en la institución, conflictos familiares y enfermedades personales y/o familiares. Un punto importante: El 64,1 % de profesionales asegura que se ha perdido la frontera entre su vida personal y profesional. En cuanto a oportunidades, el 80,3 % del total de encuestados aprendió a usar nuevas herramientas tecnológicas.
A continuación, los invitamos a mirar el detalle de los resultados haciendo clic aquí.