Como voluntaria en la Asociación Sociocultural Harmony, he explorado el mundo de la gestión cultural, un ámbito lleno de creatividad y desafíos con un impacto directo en nuestra sociedad. En este artículo, comparto cómo estas experiencias han transformado mi forma de ver el mundo y mis motivaciones.
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En cada presentación, el teatro de sombras se convierte en un medio donde convergen la narrativa visual, la historia y la imaginación, inspirando, educando y conectándonos con nuestras raíces culturales.
Decidir estudiar Ciencias de la Información nació de mi deseo de trabajar y pasar mis días dentro de una biblioteca. Esa ilusión de estar en un espacio tranquilo y en silencio me llenaba de paz y emoción. Con esa inocente idea me adentré en la carrera. Sin embargo, pronto descubrí que ser un profesional de la información implica mucho más que esperar usuarios detrás de un escritorio: significa plantear, actuar, dirigir y organizar diversas áreas del conocimiento.
En mi quinto ciclo, una tarea me llevó a descubrir la gestión cultural, un campo que transformó por completo mi motivación inicial. La gestión cultural me mostró un panorama dinámico, creativo y desafiante que busca difundir información, cultura y arte para conectar personas, preservar tradiciones y fomentar el desarrollo social. Esa idea de quedarme quieta para siempre desapareció.
Lamentablemente, en mi universidad, el curso electivo sobre este tema no se ha abierto desde que ingresé a facultad. Ante esta situación, mi interés y mis ganas de aprender me llevaron a buscar otras alternativas, como participar en voluntariados sobre difusión cultural. Reconozco que mis ganas de quedarme en mi burbuja son grandes, me da terror empezar cosas nuevas, conocer personas desconocidas y exponerme al mundo, pero, he aprendido que mis ganas de contribuir son más grandes que mis miedos y mis propias limitaciones.
Este año, fui aceptada en la Asociación Sociocultural Harmony, donde no solo he podido participar en proyectos significativos que promueven el acceso a la información y a la cultura, sino también vivir de cerca lo que realmente significa la gestión cultural: difundir, compartir y construir juntos con pequeños esfuerzos, que en conjunto hacen una gran diferencia a nuestro alrededor.
A lo largo de este artículo, quiero compartir mi experiencia como voluntaria en esta organización, destacando dos de sus proyectos más importantes: el Teatro de sombras en la Zona Arqueológica Caral y la implementación de una biblioteca comunal en Asia.
Teatro de sombras en la Zona Arqueológica Caral
La Zona Arqueológica Caral es la entidad responsable de preservar y difundir el legado de la civilización más antigua de América. Para ello, realiza exposiciones, talleres, investigaciones y hasta viajes culturales. Desde agosto de este año, gracias a una colaboración con la Asociación Harmony, han sumado una innovadora herramienta de difusión cultural: el teatro de sombras.
Un viernes de cada mes, miembros de la Asociación nos reunimos en el Ministerio de Cultura, sede principal de la Zona Arqueológica, para presentar estas funciones. Las historias que crea la directora de Harmony, Giordana Zavala, cobran vida a través de figuras planas hechas de papel y cartón, elaboradas por Ana María Huamaní. Estas se proyectan sobre una pantalla iluminada desde atrás, mientras uno o dos voluntarios mueven las figuras con precisión. El público, de todas las edades, viaja al pasado con relatos inspirados en la vida, las creencias y los valores de los caralinos. En cada presentación, el teatro de sombras se convierte en un medio donde convergen la narrativa visual, la historia y la imaginación, inspirando, educando y conectándonos con nuestras raíces culturales.
Las primeras veces que participé como voluntaria, mi función era apoyar con la iluminación. Al ver cómo Giordana manejaba las figuras en las sombras con tanta calma y destreza, me sentí aliviada y agradecida de que me hubieran asignado un rol más sencillo.
Un viernes de esos, me sorprendió al decirme que en la próxima fecha sería yo quien manejaría las figuras. Aunque me emocionaba aportar más, también nació en mí un pequeño nerviosismo: ¿Me saldrá bien? ¿Podré hacerlo correctamente? Esa sensación se fue perdiendo en los días siguientes, pero volvió con fuerza el día de la función. Como toda persona ansiosa, pasé todo el camino hasta el Ministerio rezando para que Giordana cambiara de opinión y decidiera hacerlo. Sin embargo, al llegar, me recibió con calma, me explicó qué imagen correspondía a cada parte y practicamos juntas antes de la función. Esto no solo me pasó la primera vez; me ocurre siempre que participo en el teatro de sombras. Al principio, solo me concentro en no equivocarme, escuchar las palabras clave, cambiar las figuras a tiempo y no perder el ritmo. Pero, a medida que practicamos, empiezo a relajarme y poco a poco me voy conectando con la historia. Es entonces, cuando puedo escuchar realmente los relatos de Anat y el viento, La voz de Miraya o El ojo de Dios y el mensaje que transmiten.
Caral, tan antigua en el tiempo, pero tan avanzada en pensamiento, fue prueba de que hombres y mujeres pueden tener las mismas oportunidades en los altos mandos, conectar con la naturaleza y priorizar la convivencia pacífica sobre la violencia. Una de las historias que más me gusta es La voz de Miraya, que captura perfectamente la igualdad de género en la cultura Caral. Este fragmento es uno de mis favoritos:
El verdadero liderazgo no conoce género. La fuerza de un pueblo radica en la unión de sus miembros, en la voz de sus mujeres y en el corazón valiente de sus hombres. Y así, entre los restos arqueológicos de Miraya, la historia de Caral sigue viva, recordándonos que el pasado no es solo un eco, sino una lección eterna de cómo construir un futuro lleno de respeto y equidad
Esta experiencia como voluntaria es y sigue siendo un aprendizaje constante. No solamente me ha permitido revalorizar la historia ancestral de Caral con el teatro de sombras, sino también su riqueza cultural, que se busca preservar y difundir en los talleres que organiza la zona arqueológica, donde aprendemos y apoyamos a los asistentes en la elaboración de piezas tradicionales como las shicras, el ojo de Dios y figuras modeladas en arcilla.
Implementación de una biblioteca comunal en Asia
Además del trabajo con la Zona Arqueológica Caral, uno de los proyectos principales de Harmony se enfoca en fortalecer el acceso a la lectura y la cultura en el distrito de Asia, provincia de Cañete. Desde haces varios meses, la organización ha estado trabajando en la implementación de una biblioteca comunal. Gracias a las generosas donaciones de personas y entidades, se ha logrado recopilar una amplia colección de libros para todas las edades. Muy pronto este espacio abrirá oficialmente sus puertas con la esperanza de que se convierta en un punto de encuentro para el aprendizaje, el desarrollo cultural, el conocimiento y la creatividad.
Paralelamente, hemos realizado tres visitas en total a los anexos de Capilla y Santa Rosa con un bibliomóvil, con el objetivo de construir vínculos con la comunidad y acercarlos poco a poco con los servicios que ofrecerá la biblioteca. Esta iniciativa lleva la magia de la lectura y la expresión artística, donde en cada visita, las actividades inician con la narración de una leyenda local, con la cual se busca la preservación de la tradición oral y reforzamiento del sentido de identidad de la comunidad. Luego, los asistentes tienen la oportunidad de explorar los libros disponibles en el bibliomóvil y participar en talleres creativos diseñados para todas las edades.
En las primeras visitas, los talleres estuvieron dirigidos principalmente a niños y adolescentes, quienes expandieron su creatividad en el taller de dibujo y pintura. En la visita más reciente, la atención se centró en los adultos mayores, quienes recrearon una de las actividades tradicionales aprendidas en la Zona Caral: el ojo de Dios. Esta pieza, hecha con palitos e hilos de colores, simboliza la conexión espiritual de los caralinos con la naturaleza y sus deidades, y permitió a los participantes conectar con el pasado y explorar nuevas formas de arte.
Uno de los momentos más significativos en este proyecto fue en la primera visita al anexo de Santa Rosa. Los voluntarios visitaron casa por casa, invitando a los vecinos de la zona a participar en las actividades. La comunidad recibió a la Asociación con los brazos abiertos y mucho entusiasmo por las iniciativas. Incluso, algunos vecinos ofrecieron colocar avisos en sus propios negocios, cercanos a la plaza principal, para difundir las novedades de la biblioteca y los eventos organizados por Harmony. Este apoyo de la comunidad es fundamental, porque refleja que se está avanzando por el camino correcto y asegura un buen recibimiento de futuras actividades.
Tenemos muchos proyectos en camino que me llenan de ilusión, donde cada uno significa un pequeño aporte para construir un futuro mejor. Mi experiencia con Harmony ha sido enriquecedora en todos los sentidos, tanto a nivel profesional como personal, salir de mi zona de confort y enfrentar nuevos retos es un desafío, pero es la única manera de aportar mi granito de arena y contribuir al cambio que deseo ver en mi país.
He encontrado en esta organización un espacio seguro para compartir mis ideas y donde no existen límites para expresar mi creatividad. Las personas que integran la Asociación son una inspiración para mí; su dedicación y pasión me motivan a seguir adelante y perseguir este camino de la gestión cultural. El impacto de este trabajo es inmenso, al promover la riqueza cultural y facilitar el acceso a la información en todas sus formas, para así contribuir al desarrollo individual y colectivo de nuestra sociedad.
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Estudiante de la carrera de Ciencias de la Información en la PUCP y asistente de investigación en Pulso PUCP. Le apasiona la gestión cultural, especialmente los proyectos relacionados con la difusión de la lectura y el acceso a la información y la cultura.
EXCELENTE TRABAJO, ARIANA, ME ALEGRA MUCHO Q TUS INQUIETUD POR AYUDAR LA COMUNIDAD Y DAR A CONOCER LOS VALORES DE LA CULTURA SON MUY GRATIFICANTES, SIGUE ADELANTE Y APORTA MUCHO A TU COMUNIDAD.
Me parece una buena iniciativa para todo por lo cual se necesita bastante apoyo.
Ojalá que así se pueda mejorar la cultura.
Excelente trabajo de investigación y muy buen aporte para desarrollar la lectura.