¿Cómo atraer nuevos usuarios a nuestras bibliotecas o fidelizarlos con nuestros servicios? La clave puede estar en el diseño gráfico y el marketing sensorial.
En estos tiempos de virtualidad, los profesionales de la información aplican diferentes estrategias para gestionar sus colecciones.[1] En tal sentido, existe mucho material escrito sobre la selección, adquisición, catalogación, clasificación y automatización del conocimiento.[2] No obstante, luego de realizar las tareas antes mencionadas, emergen algunas preguntas sobre cómo difundir la información y cuál es la manera más apropiada de comunicar el valor de la gestión del conocimiento.
Resulta de suma importancia generar interés en los usuarios para lograr que los contenidos de las bibliotecas y el consumo de las investigaciones tengan mayor visibilidad y uso. Entonces, el diseño gráfico se presenta como una herramienta interdisciplinaria que ofrece un amplio campo de acción, en el cual las bibliotecas tienen la posibilidad de incluir dentro de sus tareas la creación de una identidad visual.[3]
A partir de esta convergencia entre las ciencias de la información y el diseño gráfico, se abre la oportunidad de aplicar estrategias que permitan atraer nuevos usuarios. Las páginas web, redes sociales, banners o artículos de blog —incluyendo la correcta utilización de los colores, la maquetación y la tipografía de la identidad de la biblioteca—, son ejemplos de los recursos que los profesionales de la información pueden usar para cumplir este fin, además de generar interés por el contenido y difundir la información con énfasis en el mensaje.
El marketing sensorial
Se podría señalar que el marketing sensorial es todo aquello que se utiliza para comunicar a través de los sentidos y despertar en los usuarios emociones y sensaciones que los hagan sentirse con mayor confianza en la institución. Según el grado de interés que un usuario tenga sobre un tema, la memoria visual y la memoria ecoica[4] almacenarán esa información a corto o largo plazo. Asimismo, se sabe que ambas memorias, visual y ecoica, son significativas en la enseñanza.[5][6]
Las empresas toman en cuenta los factores sensoriales[7] que rodean al cliente al momento de diseñar sus marcas, productos y servicios. Esto se realiza con el objetivo de lograr una interacción más directa con él. Según Álvarez (2011) en su concepto de esquema atmosférico, los espacios que rodean a un cliente deben tener una atmósfera de calidad. Por esta razón, es imperativo desarrollar cuatro dimensiones que son controlables: visual, auditiva, olfativa y táctil.
Estos elementos (un buen ambiente, una luz adecuada, ventilación y accesibilidad, etc.) influyen en la conducta de los usuarios y contribuyen a que su experiencia presencial o virtual con respecto al servicio, resulte agradable y provechosa. Estos son objetivos a los que las bibliotecas deben apuntar, debido a que el encuentro entre un ser humano y su conocimiento requiere de un lugar íntimo, en el cual la mente del investigador tenga la posibilidad de elevarse hacia nuevos destinos.
En el siglo pasado, específicamente a principios de los años 90, diversas compañías comprendieron la necesidad de invertir más en los estudios relacionados a lo que perciben sus consumidores, con el fin de satisfacer sus necesidades vinculadas a la información. También, profundizaron en la relevancia del reconocimiento de marca (Grisales, Hernández y Montenegro, 2021). Tal ha sido la repercusión de estas decisiones que diversas universidades donde se enseña la carrera de ciencias de la información tienen cursos asociados al estudio del comportamiento de los usuarios[8].
Beneficios del diseño gráfico en las bibliotecas
La forma en la que presentamos la información a los usuarios permite que se forje una imagen sólida en sus mentes y surja la fidelización. Este término se refiere a la confianza que se desarrolla a partir de elementos gráficos, junto al mensaje que brinda una biblioteca[9].
Una buena pieza digital atrae visualmente, aumenta la visibilidad de determinado producto o servicio y contribuye a generar mayor impacto en el público objetivo (lo que resulta conveniente si la biblioteca forma parte de una organización más grande).
Contar con un branding y una buena maquetación de contenidos, además de un apropiado uso de los colores y tipografías, permite que una biblioteca se destaque y transmita mayor información en menor tiempo. A su vez, refuerza el mensaje que se desea transmitir.
Finalmente, el diseño gráfico es una herramienta de valor que personaliza los elementos que posee una biblioteca para presentar sus productos o servicios a sus diferentes públicos objetivos. Asimismo, el marketing sensorial permite crear experiencias más íntimas con los usuarios. Desarrollar estos conceptos permitirá mejorar nuestras propuestas en beneficio del conocimiento, las ciencias de la información y las bibliotecas.
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[1] Alonso, J. (17 y 18 de junio de 2020). Las bibliotecas universitarias ante un presente y un futuro inédito [Texto del II FORO VIRTUAL DGB-UNAM]. Nuevos desafíos de las bibliotecas universitarias ante la COVID19, España.
[2] Por ende, es factible que se siga escribiendo sobre estas labores (Alarcón, 2020, pág. 7).
[3] La identidad visual es la cara visible de la organización. Otros términos a tener en cuenta son: el branding, porque a través de él podemos construir, crear, dar forma a una marca en base a determinados conceptos, símbolos o ideas que permitan a los usuarios vincular la marca con el producto y la experiencia. Actualmente el marketing vende experiencias y las bibliotecas venden experiencias; una marca es un nombre, término, signo, símbolo, diseño o combinación de estos elementos que buscan identificar los bienes y servicios de una unidad de información y, en nuestro caso, es cómo nos perciben y cómo nos diferencian de nuestra competencia (Antevenio, 2018). En el caso de la labor de los profesionales de la información podría ser, por ejemplo, el mal uso del Internet por parte de los usuarios.
[4] La memoria ecoica es la que procesa la información de nuestros oídos.
[5] Por esta razón, los docentes procuran utilizar metodologías relacionadas con los formatos audiovisuales.
[6] Incluso, es importante mencionar que la memoria olfativa también cobra un papel interesante. Esto se infiere de que, por ejemplo, muchos lectores gustan del aroma de los libros. Este estímulo olfativo podría incluirse dentro de las estrategias para la creación de vínculos emocionales con los usuarios. En el mercado existen velas que tratan de imitar el olor de los libros antiguos, e incluso de lugares como bibliotecas o librerías. Véase Smell of Books o Etsy.
[7] Estímulos físicos y emocionales que los consumidores perciben a través de sus sentidos (grisal, 2012). Es decir, todo lo que se utiliza para comunicarse a través de los sentidos y despertar en él emociones y sensaciones a favor de la marca.
[8] Plan de estudios de Bibliotecología y Ciencias de la Información de la UNMSM (2021).
[9] No solo en el ámbito digital
Referencias
Alarcón, M. J. (2020). Estado del arte de la automatización de bibliotecas universitarias mediante el uso de Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria (SIGB) de código libre. [Tesis de pregrado, Universidad Nacional Mayor de San Marcos]. Cybertesis.
Álvarez, R. (2011). Neuromarketing: seducir al cerebro con inteligencia para ganar en tiempos exigentes. Editorial Pearson.
Antevenio. (11 de octubre del 2018). Diferencias entre branding, marca e identidad visual.
Gómez, C. y García, M. (2012). Marketing sensorial: Cómo desarrollar la atmósfera del establecimiento comercial. Revista Distribución y Consumo. (122), 30-39.
Grisales, C., Hernández, E. y Montenegro, E. (2021). Percepción del consumidor sobre el impacto del merchandising olfativo como estrategia del marketing sensorial. Tendencias, 22(2), 1-25.
El Mexicano (15 de febrero de 2022). Destacan beneficio del diseño gráfico en el marketing digital. Diario El mexicano, gran diario regional.
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Bibliotecóloga por la UNMSM. Diseñadora gráfica y web por la Facultad de Ingeniería Industrial y Sistemas de la UNI. Estudia una Maestría en Gestión Editorial en la UTECH. Con experiencia en bibliotecas universitarias y escolares. Gestiona publicaciones académicas en la plataforma OJS. Es directora de la web de servicios editoriales "Café de Lobos", donde diagrama, ilustra y redacta artículos.
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