En ocasiones el aporte de una tesis no se queda solo en el papel, sino que se concreta en proyectos con base teórica. Es el caso de Revistas Científicas Peruanas: portal de evaluación y monitoreo, elaborado con los datos que durante más de dos años el bibliotecólogo Joel Alhuay recopiló para sustentar su tesis de licenciatura: Calidad editorial, impacto científico y visibilidad web de las revistas científicas de universidades peruanas. Por el momento el proyecto es autofinanciado y se actualizará anualmente; se espera que a largo plazo no solo sea útil para editores y personas vinculadas a revistas, sino también pueda apoyar políticas gubernamentales de gestión e investigación en CTI.
¿Cuál es el fin de este portal?
Siempre se comenta que el Perú publica poco, que está en la cola si nos comparamos con tal o cual país, pero si pensamos en cuáles son los factores que inciden en esta situación son muchos, pero uno de esos, principalmente, son los medios formales de comunicación de la ciencia. Nosotros consideramos que podíamos aportar en ese sentido, teniendo un conocimiento preliminar y detallado sobre las revistas en temas de calidad editorial para ver si pueden alcanzar una calificación en los sistemas de evaluación; segundo, para identificar cómo están manejando el espectro de lo cuantificable, es decir, el impacto de lo que se publica, porque finalmente ese es un criterio que, junto con el de calidad, es tomado en cuenta por bases de datos como Scopus y Web of Science, pues no se trata de tener solo una buena gestión, un editor top y muchas publicaciones, sino de que tus artículos se citen porque si no te citan no tienes impacto, no te están leyendo; y, tercero, para saber cómo se están moviendo las revistas en Internet.
¿A quiénes puede interesar la información del portal?
Puede servir, primero, a las personas implicadas en la gestión de una revista, que en muchos casos son colegas, aunque en ese sentido hay un vacío debido a la no profesionalización de la actividad editorial científica. Los editores suelen ser docentes o cualquier persona a quien se le da la carga de llevar la revista al hombro, que es una actividad a tiempo completo, pero sabe Dios cómo la llevan. También estarían intrínsicamente vinculados los académicos, es decir, aquellos que van a producir investigación y que van a tener que decidir si van a publicar en el país o afuera.
Acerca de tu tesis, hay una conclusión interesante en la que indicas que las publicaciones de las universidades públicas tienen mayor visibilidad que el de las privadas a pesar de que se publican más revistas de universidades privadas que públicas. ¿A qué se debe eso?
En realidad, encontramos una situación inversa en un artículo que publicamos en el 2017 sobre repositorios, que favorecía a las universidades privadas, solo que la diferencia no fue estadísticamente significativa. Dado que no podemos evaluar del mismo modo un objeto de estudio de gran tamaño como un repositorio que tiene 20 o 50 mil registros a un portal de una revista con 100 o 500 registros, demostrar (o refutar) este comportamiento a nivel de revistas científicas fue uno de los objetivos que condujo el estudio.
¿Y qué nos dice la evidencia?
Que una revista con una buena gestión editorial puede llevarla a ganar mayor impacto y eso podría indicarnos que la revista está bien manejada en Internet, pues sí fácil se encuentra, rápido se cita. Pero esta situación podría no comportarse de la misma manera si la revista es de universidad pública o privada, porque la privada tendría más recursos para fomentar el SEO, mejorar la página web, actualizar su OJS, tener más personal… Por otra parte, la pública tendría más contenido. Mientras más contenido menos visibilidad, nos dice la literatura. Entonces, la respuesta para la pregunta sobre los datos que evidenciamos puede entenderse desde dos enfoques: cualitativo y cuantitativo. En el primero, el enfoque de la revista, el comité científico o el propio sistema web pueden ser factores que inciden en los resultados; en el segundo, los años de publicación continua de la revista y la cantidad de artículos por año determinado por la frecuencia de publicación serían elementos que determinan la presencia web de la revista. En cualquiera de los casos, estos factores no fueron tema de la investigación de la tesis, pero sí son aspectos que trataremos en investigaciones posteriores.
Estaba pensando que probablemente una revista que quiere indizarse en una base de datos como WoS o Scopus y lo logra, no necesariamente incrementa su visibilidad web, ¿es cierto?
Una de las hipótesis en la tesis era que el comportamiento en calidad, impacto científico y visibilidad web era diferente entre las revistas de universidades públicas y privadas. Puede parecer sencilla la contrastación. La otra hipótesis usó un criterio que hemos llamado nivel de posicionamiento o nivel de presencia en plataformas de evaluación, es decir, como las revistas que se han tomado en cuenta no vienen solamente de una fuente —por ejemplo Latindex—, sino de varias, la hemos estructurado en tres niveles de posicionamiento: si la revista está en una o dos plataformas, ese posicionamiento es bajo; por otro lado, si esa revista está en tres o cuatro, tiene un posicionamiento medio; y si está en todas las bases de datos o sistemas de evaluación su posicionamiento es alto. Como verás, son tres sectores, ya no es pública y privada. Cuando son tres el nivel de análisis es más exhaustivo y complejo. El problema con las revistas peruanas es que no están cumpliendo con los criterios de calidad y gestión editorial, por lo tanto, no las van a indizar. Se encontró que las revistas con un comportamiento superior en visibilidad web, no necesariamente tienen mayor presencia en los índices de evaluación.
En las recomendaciones de la tesis también se habla de políticas públicas (licenciamiento, acreditaciones) que hay que mejorar en beneficio de la producción científica.
A pesar de que el marco normativo podría orientarnos a pensar que favorece la producción de más publicaciones, no necesariamente significa que las revistas estén mejor posicionadas o tengan mayor calidad. El hecho de que la Sunedu pida tener más publicaciones, no obliga a crear más revistas, pero tampoco lo prohíbe. El Concytec debería estar más bien detrás de esto. El mismo Andrés Melgar* dijo en una reunión que el enfoque está orientado a la parte de gestión en CTI, pero la evaluación y gestión de revistas no se ha tomado con mucha fuerza, salvo lo relacionado a SciELO, pero eso es otra cosa. Por otra parte, está el tema del capital humano. Las universidades están pidiendo a los docentes que publiquen más sin ofrecer las condiciones ni las competencias. Uno no puede hacer una investigación de la noche a la mañana. Y así como pasa en el entorno de quien investiga, también pasa, por supuesto, en el entorno de la gestión editorial: uno no puede dormirse y amanecer editor. El tercer punto está orientado a la parte de la gestión, transversalmente hablando. Además, las universidades también están en la obligación de impulsar normativas internas que secunden las normativas nacionales (acceso abierto, repositorios, PerúCRIS), y no esperar a que venga una entidad del Estado y pregunte cuánto se ha publicado para volver a licenciarse.
Finalmente, en tu tesis instas a los profesionales de las ciencias de la información “a respetar los fundamentos estadísticos que forjaron los cimientos de la bibliometría canónica”. ¿Qué significa?
Pese a que nosotros tenemos la formación correspondiente —aunque no todos nos dedicamos a la bibliometría— no hemos sabido defender el terreno o bien no hemos aportado a estos ámbitos de la evaluación de la ciencia desde la bibliotecología peruana, debido a eso se han proliferado, en los últimos quince o diez años, que profesionales de otras áreas escriban sobre bibliometría, que no está mal porque la idea es que haya aporte de conocimiento; no obstante, al no tener formación especializada, muchas veces estos resultados son de carácter mediocre o deficiente, y no quiero decir que los que hacemos bibliometría, siendo de bibliotecología, no hagamos trabajos perfectibles; sin embargo, vamos a ver muchos trabajos mal llamados bibliométricos donde lo que se muestra es una tablita de cinco datos para decir que en el año tal se publicó tanto y tal fue el porcentaje, listo, se acabó… Eso no es hacer bibliometría.
¿Puedes mencionar quiénes, aparte de Joel Alhuay, hacen bibliometría en el Perú?
Bueno, como diría el profesor Evaristo Jiménez, me considero un militante de la bibliometría, ávido de aprender. Así como cuando publiqué mi primer artículo indizado no me he llamado investigador, igual me dije que cuando llegue a cierta cantidad de documentos publicados con cierta calidad recién podría llamarme bibliómetra. Yo me propuse eso y este año, digamos, lo he cumplido. Es una proyección como la que cualquier persona se propone en la vida, pero uno siempre está aprendiendo. En bibliometría son varios referentes: el profesor Carlos Vílchez, referente mío; otro colega, que en algún momento estuvo trabajando en el tema, pero ahora no tanto, Richard Chiroque; y también Lucía Málaga, que estuvo trabajando un proyecto sobre bibliometría y género financiado por el Concytec; y a nivel de país, en general, no solo son colegas, también está Charles Huamaní, médico; Percy Mayta, con quien publiqué un artículo; y, por supuesto, el infaltable Josmel Pacheco.
* Director de la Dirección de Evaluación y Gestión del Conocimiento del Concytec
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Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medio Ambiente y Salud por la Universidad Carlos III de Madrid. Licenciado en Bibliotecología por la UNMSM. Áreas de interés: periodismo científico, repositorios institucionales e industria editorial. Contacto: cesar_023@hotmail.com