
Hace algún tiempo una de nuestras colaboradoras en Otlet le dijo a este humilde servidor lo siguiente: «¿Por qué no escribes algo sobre bebetecas?». Era una idea interesante. Quienes me conocen saben que tengo un niño de seis meses. Aburrido del decadente lugar donde trabajaba como servidor público, decidí renunciar para dedicarme temporalmente a dos de las cosas que más me gustan: trabajar en esta revista y jugar con mi hijo.
Tener tiempo para eso ha tenido un buen fruto. Hace poco mi bebé, con sus seis mesecitos, aprendió a voltear las páginas de sus libros. Por supuesto, se trata de páginas gruesas. Él las coge con sus pequeñas manitos, pasándolas con la derecha y juntándolas con la izquierda mientras mira atentamente las imágenes. Antes se llevaba el libro a la boca —a veces se los quiere llevar aún, pero tenemos otros libros de tela y plástico para eso.
En ese afán de acercar los libros a mi pequeñín, busqué más información sobre la lectura en la primera infancia. Con todo lo leído, decidí escribir un artículo, pero terminaron saliendo dos. Además, en el trayecto, pude conversar con dos expertas que trabajan con libros, padres y bebés.
Encontrarán ambos artículos en esta edición. Espero que les sea de agrado, pues a mí me encantó aprender al respecto.
César Chumbiauca