
También nos sumamos a las voces de protesta por el mal trato que el Ministerio de Cultura le ha dado a un grande de nuestras letras, de la inteligencia y el buen humor: Nicolás Yerovi, fallecido el domingo 19 de enero, quien mereció ser velado en las instalaciones del Mincul, como se acostumbra a modo de homenaje y agradecimiento a peruanos destacados.
Pero no hubo respuesta a pesar de las gestiones de su hija. Al igual que pasó con el caricaturista Juan Acevedo, a quien se le canceló un reconocimiento en la Casa de la Literatura por su crítica al Gobierno meses atrás, así se despreció esta vez al periodista, poeta y humorista Nicolás Yerovi, director de Monos y monadas, revista de humor político fundada en 1905 por su abuelo Leonidas Yerovi.
Ante el estridente silencio del Mincul, la Municipalidad de Barranco dispuso de la emblemática biblioteca de su plaza principal para su despedida. Muy apropiado y merecido para un grande como Yerovi, que perteneció a una estirpe de buenos escritores que nos han hecho reír y pensar a la vez, como Ricardo Palma, Alfredo Bryce Echenique, Julio Ramón Ribeyro, Luis Felipe Angell de Lama “Sofocleto”, entre otros.
Cómo no recordar algunas de sus formas de resistir con carcajadas nuestras desgracias nacionales. El Perú, para él, no tiene ciudadanos sino sobrevivientes; y este no es un país, sino un deporte extremo atractivo para turistas amantes del peligro. Siempre con una gran sonrisa, acercándose a los jóvenes, presentó un programa sobre sátira y noticias políticas con estudiantes de San Marcos en el año 2019; y como buen periodista, sin miedo a los nuevos soportes y medios para llevar su mensaje, fue activo en Facebook y TikTok.
En agosto de 2024, celebrando su cumpleaños, dijo lo siguiente en su cuenta de Facebook: “Tengo, pues, 73 años, 6 corbatas y ningún remordimiento. Aunque puedo carecer de muchas cosas, lo único que me sobra es gratitud”.
♖
Foto: Facebook de Nicolás Yerovi.
Publicidad