El caso del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, centro hospitalario pediátrico especializado de alta complejidad (Lima, Perú).
Covid-19, SARS-COV-2, Novel Coronavirus, Coronaviruses, Systemic Inflammatory Response Syndrome, Coronavirus Disease, Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2, nCov-2019, etc. Desde que este nuevo virus apareció en las noticias, aproximadamente en diciembre de 2019, la cantidad abrumadora de términos para identificarlo y la consecuente información sobre sus efectos y modos de contagio no han cesado de crecer. Este es un tipo de situación dramática y excepcional al cual los bibliotecarios médicos (clínicos u hospitalarios), en conjunción con el personal sanitario, responden sin más armas que nuestras habilidades informativas trabajando al máximo: búsqueda, recuperación, acceso y uso de la información.
El punto neurálgico desde el cual afrontamos esta guerra son las bibliotecas médicas. Y la base material e intelectual que garantiza la idoneidad de la información científica para una apropiada decisión médica se conoce como MBE (medicina basada en la evidencia). De relevante importancia es señalar que el término ‘evidencia’ es el más amenazado por las circunstancias actuales, puesto que muchas de las decisiones y recomendaciones clínicas, además de enfrentarse al virus, lo hacen también contra las suposiciones no científicas y creencias.
Basándome en la perspectiva de Ali y Gatiti (2020) sobre la labor bibliotecaria durante la pandemia, expondré, adaptada a la situación particular de la biblioteca médica del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, sus tres dimensiones.
1) Promoción de la conciencia de la salud pública mediante la creación y difusión de información relacionada con las medidas preventivas.
De manera más acuciante que antes, las bibliotecas se enfrentan a noticias falsas y hechos alternativos. Las redes sociales permiten que la desinformación prolifere sin casi ningún obstáculo hasta que resulta creíble para un público ansioso de respuestas inmediatas.
“Las teorías de la conspiración han proliferado durante la pandemia de COVID-19 para proporcionar una explicación de circunstancias incontrolables” (Stephens, 2020, p. 1).
La OPS (2020) define a la infodemia como la “cantidad excesiva de información (en algunos casos correcta, en otros no) que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan” (p. 1).
Ante este descontrolado panorama, en lo que a la necesidad de información se refiere, la responsabilidad bibliotecaria, según Martin (2020), debe destacarse como un quehacer democrático al que acompaña la reflexión, sobre todo de los bibliotecarios médicos, para afirmar sus valores y experiencia profesional. De esta manera, contribuiremos a la construcción de una sociedad que tiene garantizado el acceso justo y verídico a la información.
Pensando en nuestra sociedad y en su necesidad de encontrar información validada, actualizamos periódicamente nuestro portal web que compila noticias, artículos, libros y enlaces a diversos recursos especializados en pediatría y COVID-19. Además, desde principios de abril, elaboramos el Boletín de alerta bibliográfica COVID-19 (Pediatría), con publicaciones y material informativo diverso.
Los servicios de la biblioteca fueron requeridos para colaborar en la Guía técnica para el diagnóstico y tratamiento de COVID-19 en pediatría del INSN SB.
2) Apoyo al equipo de investigación, sus investigadores y docentes mediante el acceso a la información sobre los últimos avances, investigaciones y literatura.
En palabras de Saraiva, Alonso Arévalo y Lopes (2019), el bibliotecario médico es capaz de apoyar de manera crucial a la investigación especializada a través de sus habilidades para detectar literatura médica confiable y brindar apoyo en la redacción de artículos científicos. En tal sentido, su primera labor es la de servir como un filtro crítico frente a la sobreabundancia de información para separar el grano de la paja. Pero esta labor no recibe ayuda del contexto, al contrario, la contabilización de artículos en lo que va del año ya ha superado la del anterior. Asimismo, las editoriales han liberado un significativo número de colecciones valiosas, lo que, junto a los preprints, aumentan la carga informativa.
Todo ello configura un estado de la cuestión advertido por Majumder y Mandl, 2020: “Aunque la revisión por pares es crucial para la validación de la ciencia, el brote en curso ha demostrado la velocidad con la que los preprints pueden difundir información durante las emergencias”.
Las solicitudes de apoyo en búsqueda de información científica aumentaron a consecuencia de la coyuntura y la necesidad de hacer frente a la infodemia. Debido a la modalidad de trabajo en cuarentena, algunos profesionales empezaron a realizar trabajo remoto (o mixto), lo que se vio reflejado en la creciente cantidad de publicaciones institucionales y trabajos de investigación que se complementaron con sus posteriores revisiones mediante la plataforma Turnitin (otro de nuestros servicios).
3) Satisfacción de las necesidades básicas de los usuarios habituales de la biblioteca.
Sin olvidar que debemos dar el ejemplo en cuanto a las recomendaciones médicas generales para prevenir los contagios, hemos tomado medidas que van en ese sentido: las colecciones bibliográficas permanecieron en cuarentena durante dos semanas y el personal bibliotecario incorporó el uso obligatorio de mascarillas, gel antibacterial y el distanciamiento social. Además, los espacios se rediseñaron: el aforo disminuyó en un 50 %, tanto en la sala de lectura como en la sala de recursos informáticos, y la sala de uso colaborativo, por las facilidades que ofrece para mantener el distanciamiento de los participantes, se convirtió en sala para el desarrollo de capacitaciones presenciales.
Por otro lado, la sobrecarga informativa es un problema muy marcado en nuestros usuarios. No son pocos los médicos que salen de una junta médica para atender una teleconsulta e, inmediatamente, continuar con algún seminario a través de alguna plataforma virtual, por lo que nuestros cursos consideraron en su estructura un diseño dinámico. Características como la voz, las presentaciones y la literatura complementaria forman parte de un esquema que se centra en no abrumar al usuario y dar espacio para la interacción mediante el chat y el micrófono abierto. Las capacitaciones y cursos virtuales se realizan a través de la plataforma Cisco Webex Meeting.
Gestión del Conocimiento
Un concepto afín a todo profesional de la información es la de ‘gestión de conocimiento’. Para Ayatollahi y Zeraatkar (2020), “la Gestión del Conocimiento es el arte de transformar la información y los activos intelectuales en valor duradero para los clientes y la fuerza laboral de una organización de atención médica” (p. 99). En ese sentido, planteamos un programa de Alfabetización Informacional que promueva la gestión del conocimiento de manera institucional conjuntamente con la elaboración de productos documentales para toma de decisiones: guías de práctica clínica, estudios de caso, revisiones sistemáticas, metaanálisis, entre otros. Todo ello permitirá mejorar los procesos de atención y la toma de decisiones informadas.
Para finalizar, los invito a revisar el código de ética de la Medical Library Association para bibliotecas especializadas en Ciencias de la Salud, en el que se reafirma la posición del conocimiento como condición “sine qua non” de las decisiones informadas en el cuidado de la salud, la educación y la investigación.
Referencias
1. Ali, M. Y., & Gatiti, P. (2020). The COVID-19 (Coronavirus) pandemic: Reflections on the roles of librarians and information professionals. Health Information & Libraries Journal, 37(2), 158–162.
2. Ayatollahi, H., & Zeraatkar, K. (2020). Factors influencing the success of knowledge management process in health care organisations: A literature review. Health Information & Libraries Journal, 37(2), 98–117.
3. Majumder, M. S., & Mandl, K. D. (2020). Early in the epidemic: Impact of preprints on global discourse about COVID-19 transmissibility. The Lancet Global Health, 8(5), e627–e630.
4. MLA (junio de 2020). Code of Ethics for Health Sciences Librarianship. MLA.
5. Martin, E. R. (2020). Democratic librarianship: The role of the medical library in promoting democracy and social justice. Journal of the Medical Library Association : JMLA, 108(1), 131–136.
6. OPS (2020). Entender la infodemia y la desinformación en la lucha contra la COVID-19. Hoja Informativa.
7. Saraiva, R., Alonso Arévalo, J., Lopes, C. A. (2019). La biblioteca de hospital en Portugal: La visión de los bibliotecarios. Revista Cubana de Información En Ciencias de La Salud, 30(4).
8. Stephens, M. (2020). A geospatial infodemic: Mapping Twitter conspiracy theories of COVID-19. Dialogues in Human Geography, 10(2), 276–281.
Referencias propuestas
1. Barker, E., & Phillips, V. (2020). Learning how to teach unfamiliar subjects: Developing training on writing for publication and presentation of research for health libraries. Health Information & Libraries Journal, 37(2), 163–167.
2. Bravo, R. P. (2002). La gestión del conocimiento en Medicina: A la búsqueda de la información perdida. Anales del sistema sanitario de Navarra, 25(3), 255–272.
3. CADTH. (julio de 2020). CADTH COVID-19 Grey Literature Resources. CADTH Covid-19 Evidence Portal.
4. Djulbegovic, B., & Guyatt, G. H. (2017). Progress in evidence-based medicine: A quarter century on. The Lancet, 390(10092), 415–423.
5. Eysenbach, G. (2020). How to Fight an Infodemic: The Four Pillars of Infodemic Management. Journal of Medical Internet Research, 22(6), e21820.
6. Fundación Dr. Antoni Esteve. (21 de enero de 2019). Entrevista a Gordon Guyatt, padre de la medicina basada en la evidencia. [Entrevista]. Youtube.
7. Fernandes, M. R., & Souza, A. D. de. (2020). Medicina baseada em evidência para tomada de decisão em serviços de saúde: O papel do bibliotecário clínico.
8. Gutiérrez-Olvera, M., Robles, B. A., & Armendáriz, M. P. de. (2009). Perfil del bibliotecario médico. NCT Neumología y Cirugía de Tórax, 68(2), 82–89.
9. IFLA. (2020). IFLA — COVID-19 y el Sector Bibliotecario Global. IFLA. Recuperado el 20 de agosto de 2020.
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Licenciada en Bibliotecología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Egresada de las Maestrías de Gestión de la Información y del Conocimiento; y Administración con mención en Gestión Empresarial en la misma casa de estudios, con Diplomados en Gobierno Abierto y Gestión de la Calidad. Especialista en Alfabetización Informacional y Gestión de Bibliotecas Especializadas. Miembro de la Medical Library Association (MLA) y coordinadora del voluntariado Una biblioteca para mi pueblo (UBiP), grupo con el cual trabaja desde hace diez años en la implementación de bibliotecas públicas en sectores de Lima y provincias.
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Rosa Linda Grados Casimirohttps://www.revistaotlet.com/author/rosa_linda_grados/
Excelente investigación de cómo se está manejando el uso de la información en las bibliotecas médicas
Interesante artículo del uso y manejo del conocimiento e información en las bibliotecas
Excelente labor que realizan en una biblioteca médica durante la pandemia.
Interesante aporte de la biblioteca medica en el un marco de infodemia que esta acrecentandose por la coyuntura.