Esta biblioteca viene realizando actividades maravillosas que articulan arte y lectura. Consuelo Solis conoció este espacio y nos relata su alegre testimonio.
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La Plata es una ciudad de árboles y diagonales. El pasto devora los rieles por donde un antiguo tranvía pasaba y más allá se puede ver El Galpón del grupo La Grieta en el barrio de Meridiano V, donde también se instala la biblioteca “La Chicharra” en lo que antes fue una antigua bodega de encomiendas que se me presenta alegre con un collage de papelotes en su pared lateral que da a la calle 71.
La vida de la biblioteca comenzó con una muestra rabiosa y necesaria: “Libros que muerden” (2006) en el marco de los 30 años del golpe de Estado que sufrió la Argentina por la Junta Militar en 1976. Y el trabajo territorial que se venía dando con las escuelas y que hasta la actualidad se mantiene, con la visita de Gabi Pesclevi y Veró Barbera cada martes por la mañana.
Es en el año 2009 que se decide poner una fecha fundacional de inauguración a la biblioteca como marca del trabajo que se venía desarrollando con diversas poblaciones de la promoción de la lectura y el derecho a la misma.
Cuando ingresas al espacio, te vas encontrando con diferentes artefactos que contienen una historia y muchas veces un programa de fomento a la lectura en sí misma. En las paredes hay empotradas vitrinas de divulgación de obras y temáticas (una fija y otra rodante) en la que se incorporan libros, fotografías, citas, objetos a modo de collage en los que se evocan artistas de todas las épocas, pequeños homenajes y altares para reivindicar vidas e historias.
Si viras hacia la mano derecha, te adentras a una habitación que contiene estantes con literatura de adultos/as, narrativa latinoamericana y universal; la fotografía, la antropología, las artes visuales en general y el ensayo. En una esquina, de un rojo brillante en la parte superior de un mueble que también alberga libros, puedes ver las famosas “valijas viajeras” apiladas, esperando su turno para ser contenedora de una cálida selección de textos y objetos.
Una de las prácticas de la biblio es también el nomadismo con que pueden “portar la biblioteca” a modo de una valija que es preparada para diversos grupos humanos, en ella se pondera la selección de textos de acuerdo a lo que se solicita, además de artilugios, detalles que acompañan esta maleta que viaja por distintos sitios de la ciudad, de la provincia y del resto de las provincias.
En este mismo espacio, también se lleva a cabo el taller de adolescentes “Los amantes de la serpentina” del que fui parte cada miércoles de 4 p.m. a 6 p.m. durante 6 semanas. Se leen textos escogidos, se escribe o se dibuja, se conversa, nos reímos y compartimos meriendas. Producto de estos encuentros y otro grupo llamado Animal Impreso, nacen las ediciones La Chicharra que materializan textos e imágenes en bellos fanzines.
Si por el contrario, sigues de largo por el Galpón, te puedes topar con una gran sala con sillones muy cómodos, más anaqueles de libros, abiertos de par en par esperando por un curioso lector. Además, que de cuando en cuando, el equipo chicharrero prepara colecciones de muestra. Esta vez fueron “Los Cuentos del Chiribitil” una serie de ediciones emblemáticas que publicó en la Argentina el Centro Editor de América Latina a fines de los años 70.
Por último, la biblioteca La Chicharra significa también un trabajo articulado e intercultural con instituciones como las escuelas, fundaciones, universidades, editoriales y con ciudadanos de a pie como escritores, poetas, artistas visuales, raperos. No se limitan a las letras, sino al arte en su totalidad. Su equipo, así como un collage, está integrado por trabajadores sociales, biólogos, comunicadores, bibliotecólogos, artistas visuales y plásticos. Como bien sabemos, son también las personas y no solo los libros, las que hacen de una biblioteca un espacio cálido y cómodo para habitar y compartir.
O al menos ese es el recuerdo que guardo de tan bella experiencia, visitando a nuestros hermanos del sur.
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Periodista licenciada. Máster en Bibliotecas Escolares y Promoción de Lectura por la Universidad de Barcelona - Universidad Autónoma de Barcelona. Experiencia en Bibliotecas Municipales desde el 2013. Gestora Cultural en el ámbito comunitario a través de colectivos barriales, audiovisuales y en empresas privadas. Mediadora de lectura por vocación.
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