El rol de las bibliotecas como mediadoras culturales

La mediación cultural, vista desde la actividad bibliotecológica, es un aspecto que a través del tiempo ha ido tomando fuerza, sin embargo, este elemento siempre ha estado dentro de la gestión bibliotecaria, pues la biblioteca por sí sola brinda identidad y cultura en donde se encuentre ubicada, logrando potenciar el papel de mediadora en temas de política, cultura, usuarios e información.

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A lo largo de la historia, las bibliotecas han ido evolucionando e incorporando una serie de elementos que permiten un desarrollo benéfico para la sociedad. Estas en su labor cuentan con una serie de normas otorgadas desde la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (véase de ahora en adelante IFLA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), que posicionan a las bibliotecas como principales mediadoras para el rescate de la cultura en las diferentes comunidades en donde se encuentran ubicadas.

Globalización y cultura: evolución o amenaza

No obstante, en las últimas décadas, las bibliotecas se han visto desplazadas por los avances de la sociedad en temas de globalización y tecnologías de la información y comunicación, amenazando diariamente la visión y usabilidad que se tiene de los diferentes centros informacionales, pues, son catalogadas como instituciones “aburridas” y administradas por personal que se dedica solamente a “resguardar libros”. Sin embargo, las bibliotecas se encuentran actualmente en un proceso de reinvención y factores, como el avance de la sociedad, que está permitiendo a las bibliotecas retomar su posición como agentes de cambio y propulsor de la cultura.

En ese sentido, Margulis (2011) alude que la globalización es un proceso histórico, el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Este hace alusión a la creciente integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del comercio y los flujos financieros, abarcando aspectos políticos, ambientales y culturales, siendo este último uno de los más amenazados.

Hoy en día se observa cómo algunos elementos socioculturales que provienen de las colectividades posmodernas se están tornando en elementos amenazantes para la cultura e identidad de cada región. Vargas Llosa (2000) hace mención que:

(…) La cultura contra la globalización no es aceptable. El mundo en el que se vive comienza a ser mucho menos pintoresco, impregnado de menos color local, dejando atrás su etnológica, que, a su vez, hace difícil la accesibilidad a este tipo de cultura, pues, estas van desapareciendo (párr. 3).

Puertas de acceso a la cultura

Las bibliotecas a través de la historia han demostrado los grandes aportes y desarrollo social que han otorgado a la humanidad desde su conformación, así lo expresa White (2012:

(…) Las bibliotecas son puertas de acceso a los conocimientos y a la cultura, estas desempeñan un papel fundamental en la sociedad. Los recursos y los servicios que ofrecen dan la oportunidad de aprender y sirven como apoyo a la alfabetización y a la educación (párr. 1).

Ahora bien, el compromiso que poseen las bibliotecas con la promoción, el resguardo y la difusión cultural es un elemento que se ve implicado dentro de su gestión y la importancia en que se conciban estos centros informacionales como entes articuladores entre la sociedad, la cultura y la globalización recae en visualizar a la biblioteca como mediadora cultural.

Rasteli y Formentini (2017) mencionan que “la premisa de la biblioteca, es ser una institución esencial para la sociedad partiendo del hecho de que esta debería ayudar a garantizar el ejercicio pleno de los derechos humanos” (párr. 1). De manera que, el rol que adquieren las bibliotecas como mediadoras culturales, consiste en actuar como instituciones de intervención a través de políticas culturales, con visiones que garantizan el acceso, la producción, el disfrute y la apropiación cultural, a través de actividades de interacción y socialización. Por lo tanto, los espacios que la biblioteca proporciona, actúan como áreas generadoras de identidad, estas deben de incluir elementos como intervenciones, técnicas, apoyos, prácticas, inclusión de idiomas, rescate de la memoria local, las identidades culturales y, sobre todo, promover el multiculturalismo (Rasteli y Formentini, 2017, párr. 349).

Ante esta situación, la mediación cultural desde las bibliotecas se perfila como un mecanismo de solución ante la problemática entre las tres partes incurridas (cultura–globalización–biblioteca).

Conclusiones

El papel de la mediación cultural hace referencia a un método de solución, de seguimiento, de canal de comunicación entre las partes incurridas y, como se ha conocido a través de la historia, la mediación es un elemento permanente y presente en los diferentes conflictos conocidos en la historia.

Las unidades informacionales deben de implementar servicios y productos orientados en actividades informativas, educativas, culturales y de ocio que a su vez respondan a las necesidades presentes en la comunidad usuaria.

De esta forma se puede visualizar el rol que poseen las bibliotecas como mediadoras culturales, pues, esta puede ser vista como un espacio vinculador entre globalización–sociedad–cultura. Así mismo, la biblioteca, desde su gestión, debe alentar el enriquecimiento cultural y además actuar como un centro social que permita a los usuarios un desarrollo sociocultural ameno.

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Referencias bibliográficas

Margulis, M. (2011). Globalización y cultura.
Rasteli, A. y Formentini, A. (2017). Percepciones sobre la mediación cultural en bibliotecas en la literatura nacional y extranjera. Transformación, 29 (2).
Vargas Llosa, M. (16 de abril del 2000). Las culturas y la globalización. El País.
White, B. (2012). La función que desempeñan las bibliotecas para garantizar el acceso a los conocimientos. Revista de la OMPI. 4.

Imagen principal: Libraries | Por CityofStPete | CC BY-ND 2.0.