Lo más importante es la lectura. Sean libros impresos o digitales, cada lector debe tener a su disposición aquello que satisfaga su deseo de saber, imaginar y emocionarse.
El 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, fecha establecida por la Unesco en 1995. Fecha simbólica ya que tres grandes representantes de la literatura universal murieron ese día: Miguel de Cervantes (fallecido un 22 de abril y enterrado el 23), William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Es una fecha en la que se celebran diversas actividades culturales sobre la lectura y el libro, como ferias, exposiciones presenciales y virtuales, conversatorios, talleres, presentaciones de libros, entre otros.
Las instituciones educativas, como son las universidades, cuentan con diversos medios para poder acercar el libro a la comunidad. Es así que, la Universidad Continental, como parte de la celebración por el Día del Libro, presentó la iniciativa “Libros libres”, en la cual colocó en muros y paraderos de distintos puntos de Lima el código QR (evolución del código de barras) el cual envía a la página del fondo editorial desde donde se pueden descargar los libros de acceso abierto de diversas temáticas, como gastronomía, educación, entre otros. Está iniciativa nos demuestra que se pueden realizar diversas actividades, además de exposiciones o conversatorios.
«Libros libres». Interesante iniciativa fue difundida en muros de distintas zonas de Lima. | Imagen: Facebook Universidad Continental
Libros y lectura
En el caso de libros, en la actualidad hay una convivencia entre los formatos impresos y digitales. De acuerdo con lo presentado en Statista (portal de estadística), en los países seleccionados, la preferencia de lectura en formato impreso es mayor o similar al de formato electrónico, excepto en China (ver el siguiente gráfico). El uso del formato digital se incrementó durante la pandemia del COVID-19, ya que muchas instituciones relacionadas al libro (librerías, bibliotecas, etc.) tuvieron que permanecer cerradas.
En el caso de nuestro país, como bien menciona Harold Alva, directivo de la Cámara Peruana del Libro, las personas no estábamos acostumbrados en su totalidad al comercio virtual, por lo que en el periodo de aislamiento social las instituciones han tenido que adecuar sus intereses a esta modalidad. Alva considera que las personas entre 18 a 20 años, en su mayoría nativos de internet acostumbrados a las plataformas digitales, son quienes compran libros, pero señala: “Creo que ahora de repente por esa forma de extrañar el libro físico haya hecho que valoren lo que es un libro físico”. El año pasado, en el diario El Comercio se presentó una encuesta realizada por los corresponsales escolares a 114 personas respecto a la cantidad de lectura. Los resultados arrojaron un aumento en el número de lectores durante el periodo de aislamiento social.
Desarrollo de colecciones
Las bibliotecas que pertenecen a instituciones educativas no solo deben contar en su colección con libros referidos a las temáticas de las áreas del conocimiento de la institución a la que pertenecen, pueden y deben ofrecer otros tipos de materiales que permitan acercar a los usuarios al libro y la lectura. En ese sentido, el área de desarrollo de colecciones es un área importante dentro de la biblioteca pues es la que va a determinar lo que se ofrecerá a los usuarios. Por ello, es relevante que esta área central cuente con el personal con experiencia y los recursos necesarios para el desarrollo de su actividad, especialmente en lo siguiente:
Documentos de gestión. Contar con un plan de desarrollo de colecciones. Tener políticas que indiquen qué se hace y con cuáles procedimientos.
Revisión constante. Ya que los intereses de los usuarios, así como las ofertas de materiales bibliográficos van cambiando, por lo tanto, es importante revisar y actualizar (de ser el caso) los documentos de gestión.
Personal calificado. Aprovechar las diversas capacidades y conocimientos del personal. Muchas bibliotecas, además de los profesionales de la información, cuentan con personal de apoyo de otras especialidades, los cuales pueden complementar el desarrollo de colecciones.
Participación de todo el personal de la biblioteca. No solo del área de desarrollo de colecciones, ya que dará una visión más amplia de las actividades que se ejecutan en la biblioteca, lo que facilitará la conexión entre las diversas unidades ejecutoras.
Estudio de usuarios. Importante para conocer sus perfiles (gustos, preferencias y necesidades). No es simplemente adquirir libros escogiendo de un catálogo ofrecido por las editoriales o porque son los libros más vendidos en las librerías. No se debe ni imponer los títulos ni los formatos del material bibliográfico.
Lo más importante es la lectura. Más allá del formato, es acercar a los diversos usuarios el gusto por la lectura, sobre todo aquellos que aún no leen o leen poco. No se debe “encaminarlos” a un tipo de lectura en un determinado formato.
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Referencias
El Comercio. Corresponsales Escolares. (18 julio 2021). Leer, la nueva tendencia para los jóvenes en cuarentena.
Mena Rosa, M. (2022). Día del libro. Leer en papel o en pantalla: ¿qué es más popular?
RPP Noticias. (28 abril 2022). ¡Libros libres! Descarga gratuitamente los libros digitales de la Universidad Continental.
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Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información por la UNMSM, bachiller en Educación y egresada de la Maestría en Museología y Gestión Cultural de la Universidad Ricardo Palma. Lleva siete años profundizando en el área de catalogación en bibliotecas universitarias y en la Biblioteca Nacional del Perú, donde laboró, por un tiempo, en el Centro Bibliográfico Nacional. Le interesa también la evolución de las bibliotecas como espacio físico, así como los temas referidos a educación y cultura. Actualmente cursa una Maestría en Educación con mención en Informática y Tecnología Educativa en la Universidad de San Martín de Porres. Contacto: mlcastrocaceres@gmail.com
