Silvana Aquino Remigio (Lima, 1980) es Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Gracias a la beca Santander obtuvo el Máster en Sistemas de Información Digital en la antiquísima Universidad de Salamanca, España, donde se graduó con un trabajo sobre la presencia en Facebook de las bibliotecas universitarias peruanas. Aunque ha pasado por todas las áreas de la disciplina, Aquino es ahora especialista en gestión de documentos electrónicos. Además, colabora desde sus inicios con el portal profesional InfoTecarios. Durante la cuarentena, pasa tiempo con su esposo y su hijo de cuatro años. Está leyendo los libros de Rosa Montero, novelas románticas y justo ahora Guerra mundial Z en formato ePub. “Justo trata sobre una invasión zombi y gente que de un momento a otro cambia a causa de un virus”, comenta. En su cuenta de Twitter se presenta como cibertecaria. Es la persona indicada para hablar sobre servicios de información digital ahora que los bibliotecarios se quedaron en cuarentena. Actualmente trabaja en la Autoridad Nacional del Agua.
En una situación en que por cuarentena no es posible ir a librerías ni bibliotecas a buscar algún libro que nos urge, ¿no será tiempo de dejar de ser intolerantes con el libro electrónico?
Yo creo que sí. La realidad ha cambiado. Hace diez años yo misma era intolerante con el libro electrónico, pero en general cada vez lo somos menos. Hoy en día compramos más dispositivos electrónicos y nos estamos acostumbrando a leer en esos soportes. Depende también de las preferencias personales y de las posibilidades de acceso porque algunos no tienen internet y para ellos va a ser un poquito más difícil. Lo importante es cómo uno disfruta la lectura y también que satisfaga su necesidad de información. Ahora que vivimos en cuarentena y no podemos visitar librerías ni bibliotecas es la oportunidad para difundir recursos digitales de libre acceso. Por ejemplo, yo veo que la Biblioteca Nacional está difundiendo en redes el libro del día y películas.
¿Lees en el celular o en una tableta? ¿En un Kindle tal vez?
En celular. Tengo un aplicativo para leer en formato ePub y también tengo una aplicación muy buena que se llama eBiblio. Cuando viajé a España me inscribí en una biblioteca, y cuando obtienes un carnet puedes acceder también a los medios digitales que ellos brindan con un usuario y contraseña. Es una plataforma muy famosa allá.
Hay varios repositorios y bibliotecas digitales en internet. ¿Los profesionales de la información debemos contentarnos solo con eso? ¿Qué más podemos hacer?
Hay mucho por hacer. Los repositorios y bibliotecas digitales son el escaparate de las colecciones que posee una institución en forma organizada y accesible, pero otras cosas complementarias son monitorear la funcionalidad de las plataformas, la preservación digital, el seguimiento de la interoperabilidad, formar redes con otras bibliotecas de repositorios similares, elaborar políticas, la visibilidad, el marketing, atender consultas que nos pueden hacer por internet y generar valor añadido para nuestra comunidad de usuarios, por ejemplo, elaborando boletines según el perfil de cada usuario.
He visto en las redes que normalmente compartes un boletín de la Autoridad Nacional del Agua.
Sí, tenemos un boletín bimensual. Tenemos también nuestro libro de la semana que lo difundimos a través de las redes sociales de la institución. Todo eso sin descuidar los recursos y servicios presenciales que cualquier biblioteca debe brindar.
¿El community manager es de toda la institución o solo de la biblioteca?
De la Dirección, porque la biblioteca pertenece a la Dirección del Sistema Nacional de Información de Recursos Hídricos y a partir del community manager tratamos de difundir todas las plataformas. Una de las más visitadas es el repositorio.
Importante tener una buena relación entre la biblioteca y el community manager de la institución. ¿Qué tipo de información ofrece la Autoridad Nacional del Agua que pueda consultar cualquier persona?
La ANA tiene una página que se llama Sistema Nacional de Información de Recursos Hídricos (SNIRH). Tiene un montón de información cartográfica, tabular y textual. Hay material de difusión que son dípticos, trípticos, folletos con un lenguaje amigable, incluso para educación primaria y secundaria. Eso también lo tenemos colgado en el repositorio. Incluso tenemos la Ley de Recursos Hídricos en diferentes idiomas: quechua, aimara… Cinco idiomas en total.
Como Máster en Sistemas de Información Digital, ¿sabes qué tipo de trabajo remoto pueden realizar los bibliotecarios en una situación como la que vivimos actualmente?
Adicionalmente a lo que he mencionado creo que hoy más que nunca se puede realizar curación de contenidos, es decir, búsqueda, recopilación y selección de información sobre todo lo que sea relevante y confiable, porque hay mucha información que circula en internet y muchos no saben discernir entre qué es real y qué no. En base a esa curación de contenidos, se puede hacer algún producto como un boletín o un listado de fuentes temáticas. Estamos hablando en el entorno digital.
Habrás visto en las noticias que el Ministerio de Educación ha decidido que los escolares reciban clases remotas por internet, TV y radio. ¿Crees que la biblioteca escolar de cualquier colegio nacional quedará al margen? ¿Qué piensas?
Desde mi punto de vista, las bibliotecas de colegios nacionales no están preparadas porque no cuentan con los recursos y servicios orientados a internet, radio o televisión. Lo que podría rescatar, siempre y cuando en la estrategia nacional se considere el aporte de bibliotecarios, sería contar con el aporte de los bibliotecarios escolares que existen y que son muy buenos. Ellos pueden ayudar a recopilar o seleccionar fuentes de información de acceso libre según los niveles a los que se requiere llegar. Esperemos que siga adelante esa estrategia nacional.
Cuando uno estudia en la universidad, por ejemplo, a distancia, te dan las clases virtuales, pero a la par tienes acceso a las bases de datos y otros recursos electrónicos. En la biblioteca escolar es difícil de imaginar.
Es difícil porque si a nivel superior las universidades no están fortalecidas y no cuentan con plataformas, a nivel escolar, y en el ámbito rural, imagínate, es bien complicado. Pero esta situación también nos hará ver los desafíos que tenemos, darnos cuenta de la cruda realidad en la que estamos y aprender cómo podemos llegar a todos, en especial a las poblaciones más alejadas. A veces trabajamos como en una burbuja. Estaba viendo la realidad en otros países. Tienen asociaciones de bibliotecarios rurales, escolares, incluso trabajan en red y usan plataformas conjuntas.
Podría ser un tema para que lo discutan los que trabajan en bibliotecas escolares en sus reuniones y encuentros nacionales. Finalmente, ¿qué lecciones nos deja esta situación? Ya nos has dado varias ideas.
Nos va a dejar varias lecciones en todos los sentidos, tanto personales y profesionales. Una situación como la pandemia en que vivimos pone de manifiesto la importancia que tiene la biblioteca, la importancia de que tengamos colecciones y servicios digitales, pero eso de por sí no basta, no basta con estar en internet, sino que hay otros desafíos que debemos revisar, por ejemplo: ¿son usables nuestras plataformas?, ¿qué posibilidades de acceso hay? También nos vamos a dar cuenta de la brecha digital que de repente es mayor a la que pensábamos. ¿Las bibliotecas pueden generar contenidos de calidad de acuerdo a la coyuntura? ¿Tenemos los bibliotecarios las competencias para hacerlo? Y ver cuestiones de teletrabajo, porque si bien puede que en algunas instituciones la forma del teletrabajo está normada, en otras no. Sobre todo, la principal lección es que los bibliotecarios tenemos el deber de proporcionar información basada en fuentes confiables y ayudar con nuestro granito de arena para luchar contra la desinformación y las noticias falsas que tanto circulan hoy en día.
Sobre ese punto, ¿algo que puedas recomendar? Antes de darle “me gusta” a una publicación en las redes sociales, ¿te dejas llevar por su título o normalmente entras y lees el contenido?
Trato de hacerlo porque hoy en día estamos acostumbrados al picoteo. Leemos un poquito de aquí y un poquito de allá y a veces no leemos completamente. Pero si se trata de ese tipo de información [noticias falsas], no difundirla ni formar parte de cadenas, no compartir ni alarmar. Hay que ver la fuente original y tratar de leer la noticia completa.
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Licenciado en Bibliotecología por la UNMSM. Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medio Ambiente y Salud por la Universidad Carlos III de Madrid. Contacto: cesar_023@hotmail.com
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César Antonio Chumbiaucahttps://www.revistaotlet.com/author/cchumbiauca/
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